Hace cuatro años escribia esto en Educar, hoy creo tienen tanta vigencia como entonces... o no?...
Desde
el comienzo he dicho que algo hemos avanzado en materia de fortalecer
los espacios educativos para obtener ambientes de aprendizajes
significativos y constructivos, por un lado el sistema educativo
argentino ha evidenciado un fuerte análisis y consecuentemente fuertes
cambios que contemplan acertadamente, (desde mi punto de vista) nuevas
estrategias para la búsqueda de nuevos avances en la tarea de
acercamiento de las Nuevas Tecnologías de la Información y la
Comunicación en la Escuela Argentina.
Pero
creo conveniente comprender en primer término, la naturaleza de esta
cuestión, no solo es necesario establecer leyes, incorporar
equipamientos a las escuelas y establecer algunas capacitaciones para
docentes (aunque todo represente un avance) si no abordamos nuestros
emprendimientos basándonos en el análisis que merecen tener las
potencialidades de las distintas manifestaciones tecnológicas en lo
personal e institucional, comprendiendo la importancia de las mismas en
el contexto cultural actual, sus implicancias, sus efectos positivos y
negativos y las posibilidades que representan para la tarea de formar
personas en el espacio de las relaciones pedagógicas.
Si
bien es muy importante tener el marco legal para realizar los cambios
que pretendemos ( y la Nueva Ley de Educación nos posibilita),es
indispensable que los docentes generemos los espacios de diálogos y
conocimiento de los contenidos que deben tener las nuevas propuestas ,
sin dejar de ver que los mismos deben construirse con los nuevos
lenguajes culturales, donde los distintos medios tecnológicos tienen
potencialidades que se deben integrar a la labor educativa.
En
otro sentido, seguramente seguiremos por algún tiempo (y sueño que no
sea mucho) contando con cierta resistencia tanto desde algunos elementos
de los Gobiernos, como de las Escuelas, Profesores y también algunos
Padres, pero no podemos ser ciegos ante las múltiples transformaciones
sociales, políticas, educativas, tecnológicas y por sobre todo
culturales que se vienen dando, a las que debemos enfrentar todos con
acciones directas desde los lugares que nos toque ejercer la labor
formativa.
Si
buscamos una educación de calidad para todos, tenemos que promover
estrategias que contemplen la mayor participación de la comunidad en
cuanto a acompañamiento y apoyo a iniciativas pedagógicas educativas por
un lado y por otro debemos fusionar de alguna manera los elementos de
las nuevas tecnologías con la estructura nueva de la educación
argentina; esto no es otra cosa que entender una nueva cultura de
aprendizaje, donde el viejo paradigma educativo estructurado pasa a ser
un nuevo concepto, donde debemos formarnos en las distintas capacidades
audiovisuales para no ser un analfabeto de nuestra cultura actual.
Estos
nuevos lenguajes traen consigo el desafío de salir de una concepción
tradicional o letrada y embarcarnos en una lógica audiovisual
digitalizada, esto parece un vocabulario complejo, pero lo que puedo
decir es que es mucho más complejo, seguir enseñando con métodos y
estrategias que no son adecuados para el tipo de sociedad que hoy
tenemos.
A
partir de esta idea, creo que cabe un análisis muy profundo del rol que
hoy juegan los medios tecnológicos (llámese TV, Internet, Computadoras,
Celulares, etc., etc.) en la educación de nuestra sociedad, y no
podemos negar un tiempo a esta parte que el sistema educativo argentino y
Latinoamérica en general, tendió cierto rechazo a estos, sin ver que lo
esencial de esta realidad es analizar a fondo ”que y como” debemos
incluirlos a las practicas pedagógicas.
Es interesante ( y les recomiendo consultarlo) la visión de Luis Alberto Quevedo en “La escuela frente a los jóvenes, los medios
de comunicación y los consumos culturales en el siglo XXI” pues a
través de su lectura podemos entender claramente, como esta revolución
de las NTIC vienen a alterar barreras
tradicionales y a instaurar un nuevo “ecosistema” ( como lo llama),
donde se desenvuelven nuestras vidas y en este universo es la escuela la
que más ha sufrido estas transformaciones.
Dice
acertadamente Quevedo “La presencia de la tecnología en la vida
cotidiana de los jóvenes se ha transformado en un problema cultural para
educadores, pues constituye hoy, un agente de socialización tan
importante como la escuela o la familia”. Tomando esto como referencia,
debemos entender que esta nueva corriente cultural electrónica o
digital, compite en desigualdad con la cultura tradicional, lo que nos
lleva a establecer absolutamente en forma necesaria, acciones directas
de acercamiento entre las mismas, para cambiar el paradigma del
conocimiento y tener un enfoque actual de la realidad educativa.
Entonces
nos queda introducirnos en la nueva propuesta de posicionarnos en el
centro de esta nueva cultura y establecer caminos cognitivos que lleven a
la formación de niños, jóvenes y adultos con espíritu crítico frente a
toda esta movida de NTIC, comprendiendo sus reglas y estableciendo
nuevas formas de aprendizajes, donde lo importante no sea solo el libro,
sino también los demás agentes de formación como lo son estas nuevas
herramientas. No debemos dejar de ver que las potencialidades del uso de
las nuevas tecnologías nos acercan más a niños y jóvenes por el alto
interés que despiertan en ellos, motivo suficiente para buscar la
integración de las mismas a las estrategias formativas en un nuevo
concepto de alfabetización.
Esto
recién comienza, los docentes tenemos por delante una gran tarea por
realizar. Como dice Cecilia Serpa cuando habla de los alumnos nativos y
docentes inmigrantes, los alumnos tienen nuevas formas de pensamiento y
socialización y es necesario que los docentes “comprendan” esto para poder dar el paso al fortalecimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Seguiremos analizando nuestra realidad.
Con total vigencia...
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